¿Cuánto tiempo puede permanecer un ser vivo enterrado bajo el hielo sin
que se destruyan sus células? ¿Décadas, ¿Siglos? Por lo pronto, unos musgos que habían quedado congelados bajo el glaciar Teardrop (Canadá) desde la Pequeña Edad de Hielo (1550-1850) han sido capaces de volver a crecer en manos de científicos de la Universidad de Alberta (Canadá), que los han cultivado in vitro. Esta capacidad regeneradora de las plantas briofitas (es decir, no vasculares) es fundamental para la recolonización y el mantenimiento de ecosistemas terrestres polares.
Un estudio publicado hoy en PNAS
detalla el trabajo de los investigadores canadienses. La datación con
radiocarbono de tres de las muestras extraídas del fondo del glaciar
Teardrop de la isla Ellesmere (Canadá) confirmó que las plantas quedaron
enterradas bajo un glaciar hace entre 404,5 y 614,5 años, durante la
Pequeña Edad de Hielo.
De la gran variedad de muestras de
briofitas exhumadas (60 especies), once cultivos de briófitas
consiguieron ser recrecidos in vitro. Las plantas pertenecen a cuatro
especies diferentes: Aulacomnium turgidum, Distichium capillaceum, Encalypta procera y Syntrichia rurales. Según los autores, este trabajo “demuestra la capacidad totipotente de las briofitas, la habilidad de sus células para ‘desdiferenciarse’ a un estado meristemático análogo al de las células madre, y de desarrollar una nueva planta”, tal y como recoge la agencia SINC.
Además, las briófitas son poiquilohídricas, es decir, no tienen
mecanismos para controlar el contenido de agua. Esto les permite
permanecer dormidas en caso de desecación y revivir cuando las
condiciones vuelven a ser favorables.
Los autores aseguran que los terrenos expuestos por el retroceso de los glaciares “no deben ser considerados estériles de plantas terrestres”. Las plantas subglaciales son importantes para la recolonización y el mantenimiento de los ecosistemas terrestres polares.
Blog realizado por alumnos de 5º de primaria que recoge las últimas noticias y novedades en el terreno de la cultura, la economía y la política.
jueves, 30 de mayo de 2013
jueves, 16 de mayo de 2013
Unos médicos ingleses consiguen clonar las células madre
Científicos de la Universidad de Oregón (EE UU) y del Centro de Investigación Nacional de Primates de Oregón han reprogramado por primera vez células humanas de la piel para obtener células madre embrionarias capaces de transformarse en cualquier otra célula del cuerpo. Los autores del trabajo stán convencidos de que las terapias con estas células permitirán reemplazar células dañadas en diferentes órganos y tratar la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, las enfermedades cardíacas y los daños medulares, entre otras patologías.
El hito científico, dado a conocer en la revista Cell, ha sido posible usando la técnica de transferencia nuclear de células somática (SCNT, por sus siglas en inglés) que se empleó para obtener a la oveja Dolly, el primer mamífero clonado de la historia. La técnica implica transplantar el núcleo de una célula adulta, con el ADN de un individuo donante, en un óvulo al que previamente se le ha extraído el material genético. A partir de este último se obtienen células madre que pueden dar lugar, a su vez, a células hepáticas, neuronas o células cardíacas que "no serían rechazadas por el paciente durante un trasplante, ya que contienen su mismo material genético", tal y como aclaran los científicos. Se trata de un avance decisivo para la medicina regenerativa que, además, evita algunos problemas éticos, ya que no implica el polémico uso de embriones fertilizados. La técnica fue desarrollada inicialmente en monos y aplicada después a células humanas.
El nuevo método puede ser considerado una técnica válida para clonar células madre (clonación terapéutica) pero a priori no serviría para crear clones humanos (clonación reproductiva). "Nuestra investigación va dirigida a generar células madres para combatir enfermedades; la clonación humana no solo no es nuestro objetivo sino que, además, no creemos que sea posible mediante este método", ha declarado Shoukhrat Mitalipov, responsable del estudio.
El hito científico, dado a conocer en la revista Cell, ha sido posible usando la técnica de transferencia nuclear de células somática (SCNT, por sus siglas en inglés) que se empleó para obtener a la oveja Dolly, el primer mamífero clonado de la historia. La técnica implica transplantar el núcleo de una célula adulta, con el ADN de un individuo donante, en un óvulo al que previamente se le ha extraído el material genético. A partir de este último se obtienen células madre que pueden dar lugar, a su vez, a células hepáticas, neuronas o células cardíacas que "no serían rechazadas por el paciente durante un trasplante, ya que contienen su mismo material genético", tal y como aclaran los científicos. Se trata de un avance decisivo para la medicina regenerativa que, además, evita algunos problemas éticos, ya que no implica el polémico uso de embriones fertilizados. La técnica fue desarrollada inicialmente en monos y aplicada después a células humanas.
El nuevo método puede ser considerado una técnica válida para clonar células madre (clonación terapéutica) pero a priori no serviría para crear clones humanos (clonación reproductiva). "Nuestra investigación va dirigida a generar células madres para combatir enfermedades; la clonación humana no solo no es nuestro objetivo sino que, además, no creemos que sea posible mediante este método", ha declarado Shoukhrat Mitalipov, responsable del estudio.
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