¿Cuánto tiempo puede permanecer un ser vivo enterrado bajo el hielo sin
que se destruyan sus células? ¿Décadas, ¿Siglos? Por lo pronto, unos musgos que habían quedado congelados bajo el glaciar Teardrop (Canadá) desde la Pequeña Edad de Hielo (1550-1850) han sido capaces de volver a crecer en manos de científicos de la Universidad de Alberta (Canadá), que los han cultivado in vitro. Esta capacidad regeneradora de las plantas briofitas (es decir, no vasculares) es fundamental para la recolonización y el mantenimiento de ecosistemas terrestres polares.
Un estudio publicado hoy en PNAS
detalla el trabajo de los investigadores canadienses. La datación con
radiocarbono de tres de las muestras extraídas del fondo del glaciar
Teardrop de la isla Ellesmere (Canadá) confirmó que las plantas quedaron
enterradas bajo un glaciar hace entre 404,5 y 614,5 años, durante la
Pequeña Edad de Hielo.
De la gran variedad de muestras de
briofitas exhumadas (60 especies), once cultivos de briófitas
consiguieron ser recrecidos in vitro. Las plantas pertenecen a cuatro
especies diferentes: Aulacomnium turgidum, Distichium capillaceum, Encalypta procera y Syntrichia rurales. Según los autores, este trabajo “demuestra la capacidad totipotente de las briofitas, la habilidad de sus células para ‘desdiferenciarse’ a un estado meristemático análogo al de las células madre, y de desarrollar una nueva planta”, tal y como recoge la agencia SINC.
Además, las briófitas son poiquilohídricas, es decir, no tienen
mecanismos para controlar el contenido de agua. Esto les permite
permanecer dormidas en caso de desecación y revivir cuando las
condiciones vuelven a ser favorables.
Los autores aseguran que los terrenos expuestos por el retroceso de los glaciares “no deben ser considerados estériles de plantas terrestres”. Las plantas subglaciales son importantes para la recolonización y el mantenimiento de los ecosistemas terrestres polares.
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